La arquitectura mediterránea en su conjunto se compone de una variedad de estilos que incluyen entornos románticos, miradas simples y directas y detalles elaborados. En esta amplia categoría podemos incluir edificios muy ornamentados y organizados, así como estructuras simplistas que impresionan por su elegancia. El estilo mediterráneo es bastante fácil de reconocer dada una serie de particularidades distintas.
Las estructuras se basan generalmente en un plano de planta rectangular y cuentan con fachadas masivas y simétricas. Esto facilita la identificación de la arquitectura mediterránea desde la distancia, incluso antes de entrar en un edificio.
Otras características típicas incluyen paredes estucadas, techos de tejas rojas y ventanas en forma de arcos o círculos junto con balcones de madera o hierro. Los exuberantes jardines también suelen acompañar estas estructuras y están bellamente organizados con áreas bien definidas y elegantes decoraciones.
