Los edificios antiguos tienen mucho carácter y muchas características que vale la pena conservar, por lo que siempre es agradable encontrar proyectos que respeten y aprecien estos elementos. Uno de ellos fue conducido por el estudio Pavol Mikolajcak Architekten en Villandro, Italia.
La propiedad originalmente tenía dos estructuras: una residencia y un cobertizo, ambos ubicados en un terreno con pendiente. El nuevo propietario decidió mudarse primero y luego decidir qué hacer con estas estructuras. Después de dos años se tomó la decisión: ambos edificios debían conservarse en su forma original y se agregaría un tercero. De esta manera se podría lograr un equilibrio entre la vida contemporánea y la belleza y autenticidad históricas.
El nuevo edificio es una estructura semi-subterránea con una fachada acristalada que da al valle y claraboyas que perforan el suelo en la parte superior. Sirve como una extensión de la sala de estar original y cuenta con espacios amplios y abiertos y un diseño interior moderno. Los materiales utilizados en este proyecto incluyen piedra natural, hormigón, acero y madera. La nueva extensión y los antiguos espacios de vida están conectados por una escalera. Al decidir en contra de la reconstrucción de la casa original, los propietarios pudieron conservar un pedazo de historia. La nueva extensión agrega una serie de elementos modernos muy necesarios sin alterar el carácter original de la propiedad.
