Tal vez no sea tan obvio cuando miras de cerca este edificio, pero la fachada en realidad representa un retrato. Es una forma muy inusual y majestuosa de honrar a alguien. Aparte de una montaña, un edificio alto es el lugar más favorecedor para poner la cara de alguien.
Los arquitectos de ARM son los que diseñaron y construyeron esta impresionante estructura. En realidad no está listo, pero estará en 2014. El retrato que está viendo es de un líder indígena. Es un homenaje a los primeros australianos. El edificio en realidad tiene dos lados con dos historias diferentes. El más impresionante es el retrato de William Barak (Beruk), el último ngurungaeta (anciano) tradicional del Clan Wurundjeri-willam. Es una forma de honrar la historia y la cultura y el patrimonio aborigen. Construir a alguien así no es fácil. La precisión es extremadamente importante. El retrato fue pintado, mejor dicho esculpido en un área de 330 pies (100 metros) de altura usando balcones de concreto como lienzo. Para hacerlo más visible, los arquitectos eligieron la combinación de blanco y negro.
Es una forma inusual de honrar a alguien. Es admirable que haya personas que aún recuerden su pasado y que busquen formas de honrarlo. El edificio es visible desde muy lejos para que todos los que pasen o lo vean puedan recordar su importancia. No estoy seguro de cuántos reconocerán la cara cuando la vean, pero con el tiempo estoy seguro de que todos sabrán de qué se trata.
