Esta residencia estrecha pero por lo demás alta y hermosa se encuentra en Tokio, Japón. Se encuentra en un sitio que mide un total de 153.0 metros cuadrados, pero que tiene 22 m de profundidad y solo 4.7 m de ancho. Es una franja de tierra entre dos edificios, una brecha urbana que permanece intacta porque era casi imposible construir algo en ella. Sin embargo, los arquitectos de Florian Busch encontraron una manera de usar este espacio.
Los arquitectos lograron diseñar una casa que encaja en ese sitio. Trabajaron con un equipo de diseño formado por Florian Busch, Sachiko Miyazaki y Momoyo Yamawaki junto con OAK para ingeniería estructural. El resultado fue esta residencia contemporánea. Fue construido en 2011 y tiene tres niveles.
Los clientes solicitaron un espacio vital amplio y, dada la forma y el tamaño del sitio, esto fue un desafío. Para lograr ofrecerles el espacio abierto y aireado que querían, los arquitectos decidieron crear un diseño que se abriera hacia el exterior.
Los tres niveles tienen orientaciones alternas. Además, cada uno es solo un enorme espacio abierto sin habitaciones divididas. De esta manera el espacio parece más grande y el ambiente único. Para complementar este diseño y también para crear una sensación más íntima, se utilizaron telas suaves para contrarrestar la frialdad del diseño exterior. Cada nivel tiene un solo muro de hormigón, el resto de vidrio. Esto expone completamente todo, dejando poco espacio para la privacidad.
