Villa Solaire se encuentra en Francia y solía ser una granja. Construida originalmente en 1826, la estructura fue convertida en una villa moderna por Jérémie Koempgen Architecture y FUGA. Debido a su valor histórico, se convirtió en un hito para la arquitectura tradicional, por lo que el equipo tuvo que respetar estos elementos al convertir el espacio. El edificio tiene un revestimiento uniforme que se ha conservado.
Con una superficie total de 620 metros cuadrados, lograr que la luz en todas las habitaciones de la villa fuera definitivamente un desafío para los arquitectos. Utilizaron una técnica tradicional para hacer recortes dentro de las tiras de madera y crearon un patrón contemporáneo.
El resultado es un interior lleno de luz natural. Estas ranuras son muy funcionales pero, al mismo tiempo, no son visibles desde el exterior, por lo que no interfieren con el diseño exterior que se tenía que preservar.
El interior de la villa está organizado en cuatro bloques. Cada unidad independiente contiene una suite con un área para dormir y todas las comodidades necesarias. Los espacios entre los cuatro bloques albergan una serie de áreas compartidas como la cocina y el comedor. Lo que es particularmente hermoso de la villa es que conserva el encanto de la antigua granja, pero también tiene un toque moderno que la hace particularmente atractiva y confortable.
