Las casas de vacaciones y las casas de verano generalmente se construyen en lugares remotos o con excelentes vistas. La casa diseñada por Borren Staalenhoef Architecten BV bna es bastante interesante en este sentido. Se encuentra en un sitio rodeado de dunas en Oost-Vlieland, en los Países Bajos. Aunque su diseño actual se completó en 2017, la casa data de principios de los años 70. En aquel entonces no era más que una casita. Tenía su encanto, pero en realidad no se destacaba, la estrategia utilizada en ese entonces estaba más enfocada en permitir que la estructura se mezclara con el paisaje.
En total, la casa ofrece 240 metros cuadrados de espacio habitable. No todos son visibles. El nivel del sótano está completamente oculto a los lados y solo se puede ver desde un cierto ángulo y ubicación. Al estar situada en la cima de la duna, la casa se destaca inevitablemente, por lo que la nueva estrategia de diseño se centra en este detalle. Toda la casita fue reinventada y recreada. Se conservaron algunos de los elementos originales o, más bien, se mantuvo vivo el concepto detrás de ellos, pero en una forma diferente y actualizada.
El techo es una característica particularmente llamativa. Está hecho de láminas corrugadas con cemento y tiene un diseño facetado. El color oscuro lo vincula visualmente con el bosque detrás de la casa, estableciendo una conexión entre la casa y la naturaleza. El nuevo diseño está definido por una interesante dualidad. Por un lado, como ya mencionamos, la casa destaca por su ubicación y su diseño y paleta de colores. Por otro lado, los arquitectos apuntaron a una integración más natural y perfecta de la casa en el entorno. El techo es uno de los elementos que lo hace posible.
La planta baja es el volumen principal, donde se ubican los espacios sociales y comunes. Aquí, la casa tiene grandes ventanales que envuelven todo el volumen, aportando espacios naturales y vinculando los espacios internos a sus alrededores y vistas. Toda la madera utilizada dentro de la casa crea un ambiente cálido y acogedor al tiempo que establece una conexión entre la casa y el bosque y las dunas. El diseño general es moderno y simple, con muebles personalizados y detalles geométricos en toda la casa.
Además del volumen de la planta baja, la casa también tiene un sótano casi totalmente hundido en el suelo y un ático. El ático alberga las habitaciones que son pequeñas y muy acogedoras. No tienen ventanas grandes y la forma del techo facetado hace que se vean y se sientan particularmente pequeños. Aun así, se sienten abiertos gracias a la paleta de colores basada en blanco, gris claro y madera clara. En realidad, esta es la combinación que se utilizó en todas las áreas de la casa. Tiene diferentes efectos en la decoración para cada uno de los volúmenes.
