Hogar Arquitectura Refugio forestal contemporáneo se rompe en dos para una apariencia limpia

Refugio forestal contemporáneo se rompe en dos para una apariencia limpia

Anonim

La elegante cabina que ve aquí es la primera de una serie de estructuras contemporáneas que los arquitectos de Cadaval y Sola-Morales planean construir en la zona. La cabaña está ubicada en Morelos, Maxico y se completó en 2016. Cubre un área de 80 metros cuadrados en un sitio nivelado que enfrenta una pendiente pronunciada y un valle forestal.

Cadaval & Sola-Morales es un estudio establecido en Nueva York en 2003. En 2005, amplió sus oficinas en Barcelona y México y ha ganado numerosos premios desde entonces. La práctica se centra en la investigación y el desarrollo, que son elementos clave en su proceso de diseño. Siempre motivados por el deseo de crear soluciones de diseño inteligentes, los arquitectos destacan en la adaptación de sus conceptos e ideas para adaptarse a numerosas escalas y contextos diferentes.

El bungalow fue diseñado para servir como un refugio temporal para pequeñas familias y grupos. Está pensado para aprovechar al máximo su entorno y tiene una arquitectura simple y limpia que permite que el paisaje se convierta en el punto focal.

El edificio se concibe como una caja compacta con una cubierta limpia y minimalista que lo protege de los elementos sin separarlo completamente del exterior y las vistas. A diferencia de otros refugios similares, este tiene un diseño bastante inusual.

Las zonas sociales y privadas están claramente separadas, actuando como dos estructuras individuales. De hecho, están físicamente divididos cuando la cabina se divide en dos secciones en la parte delantera. La vegetación llena el vacío entre los dos módulos, destacando la fuerte conexión entre los espacios internos y sus alrededores.

Uno de los módulos contiene la sala de estar, el comedor y la cocina, mientras que el otro alberga el dormitorio principal. Cada uno tiene pequeñas terrazas en la parte delantera y ventanas de vidrio de altura completa que permiten que la naturaleza se convierta en una parte activa en su decoración.

La pequeña terraza frente al área social cuenta con una hamaca que puede verse desde el interior. Es el lugar perfecto desde donde disfrutar de las vistas, el clima y la paz y tranquilidad que rodean la cabina. La tranquilidad que define esta área fue el elemento que hizo que los arquitectos eligieran este sitio en primer lugar.

Se eligió el concreto para el proyecto, principalmente porque es un material versátil y de bajo mantenimiento y esto lo convierte en una buena opción para casas de vacaciones y retiros temporales. El exterior de la cabina se pintó de negro y esto le ofrece profundidad y le permite maximizar el impacto visual del paisaje.

El interior es minimalista e informal sin falta de elegancia y sofisticación. La paleta de colores se mantiene simple y neutra, utilizando los colores que aparecen naturalmente en la naturaleza como tonos de acento para la decoración interior.

Refugio forestal contemporáneo se rompe en dos para una apariencia limpia