Ubicada en Oberpullendorf, Austria, esta residencia destaca por su frescura y simplicidad. Fue construido en 2010 y fue diseñado por Martin Möstbock. El proyecto ocupa un área de 665 metros cuadrados e incluye una residencia unifamiliar con un hermoso jardín.
La casa tiene una superficie habitable de 150 metros cuadrados. Con su exterior blanco y minimalista parece una caja blanca. En el interior, se divide en una amplia sala de estar, una terraza, una oficina y una cochera. Tiene una geometría extraña y una organización interna muy funcional que fue dictada por las necesidades de los habitantes y el movimiento diario. La forma y el diseño de la casa también fueron influenciados por el movimiento del sol y la luna. Los arquitectos trataron de crear una casa que fuera lo más agradable posible.
Querían traer tanta luz al interior como fuera posible y también crear una fuerte conexión con la naturaleza y el aire libre. La forma de la casa fue diseñada para permitir la instalación de grandes ventanales en dos lados. De esta manera, permitirían que la luz entrara, pero la casa en sí también proporcionaría sombra cuando fuera necesario. Esto ayuda a controlar la temperatura y también ayuda con la ventilación natural. La idea era permitir a los habitantes estar en conexión con todos los elementos y las estaciones naturales. {Encontrado en archdaily}.
