Cuando un diseñador y un arquitecto deciden comprar un apartamento juntos y convertirlo en su hogar, nunca se sabe qué va a pasar allí. Por ejemplo, eche un vistazo a este espacio. Es un apartamento de 50 metros cuadrados, por lo que es bastante pequeño, pero definitivamente es interesante e inusual. Pertenece al diseñador Jaroslav Kaspar y al arquitecto Lucie Faturikova. Juntos transformaron el espacio y lo hicieron irreconocible.
Los muros fueron demolidos y todo el interior cambió. Cuando descubrieron el viejo piso de madera y las paredes de ladrillo, los dos decidieron mantenerlos como tales. Se les ocurrió todo tipo de ideas locas e ingeniosas para la decoración. Por ejemplo, el escritorio se encuentra en macetas y hay una cama dentro de un gabinete.
El departamento esta muy abierto. La sala de estar y la cocina tienen muebles incorporados, vigas a la vista, paredes de ladrillo y muebles sencillos. Hay algunos agujeros en la pared que se descubrieron durante la renovación y que los propietarios decidieron guardar y usar como almacenamiento de vino. Este espacio abierto también incluye una estación de trabajo y un acogedor rincón de lectura.
Inicialmente, se suponía que el dormitorio era una habitación separada, pero terminó siendo solo un gran gabinete que también oculta el área de dormir. En el lateral hay estantes que también pueden usarse como escalones. La única habitación separada es el baño que tiene puertas corredizas de vidrio. {Encontrado en houzz e imágenes de Martin Hulala}.
