Fishers Island House, diseñada por Thomas Phifer and Partners, parece ser la encarnación del cielo. Si alguna vez has tratado de imaginar el cielo, entonces definitivamente debe tener algunas de las partes que tiene este lugar único. Los jardines y bosques que lo rodean son definitivamente el lugar perfecto en el que olvidará todas sus preocupaciones y problemas, relájese y disfrute cada segundo que pase aquí.
El edificio merece estar ubicado aquí, gracias al excepcional equilibrio creado entre la casa y la naturaleza. Es la prueba viviente de un ambiente de extraordinarias pinturas, esculturas y cristalería del siglo XX. ¿Qué más podrías querer? El elemento arquitectónico se caracteriza por la sutileza, pero el aspecto más significativo es la interacción animada entre el paisaje y el arte.
Las amplias ventanas de vidrio ofrecen al menos dos magníficas perspectivas: una sobre el exterior, sobre el paisaje incomparable que ofrece la naturaleza, la otra sobre el interior, sobre la colorida colección interior. Ambas perspectivas educan y cultivan la mente y el alma al mismo tiempo y es imposible no sentirse impresionado.
El entorno es perfecto en su belleza y simplicidad, mientras que la casa es el mérito del diseñador, pero ambos proyectan su presencia en el otro. La blancura y la elegancia de la cocina hablan por sí mismas y la vista que proporciona la ventana de la cocina lo deja sin palabras. Este lugar es definitivamente un rincón del cielo!
