Ahora vivimos en una era en la que muchos de los inventos revolucionarios que cambiaron el mundo ya no son útiles. Por ejemplo, la cabina telefónica fue un gran invento cuando se introdujo por primera vez en las calles. Hizo nuestras vidas mucho más fáciles y cambió nuestra perspectiva sobre la tecnología. Sin embargo, el mismo concepto en el que se basaron las cabinas telefónicas ha crecido y ha llevado a la creación de teléfonos celulares. Todos los llevamos ahora, por lo que ya no necesitamos ni usamos las cabinas telefónicas. Pero son un recuerdo nostálgico y no merecen ser descartados de esa manera. Así que algunas personas decidieron reutilizarlos y convertirlos en obras de arte.
Este es un movimiento que apareció por primera vez en Brasil. Luego fue adoptado en Japón también. Aquí, el colectivo de arte Kingobu ha transformado las cabinas telefónicas en acuarios de peces de colores. Es una imagen que personalmente me envía a los magos y sus trucos. Pero esto no tiene nada que ver con la magia. Es solo el resultado de los esfuerzos de este grupo que convirtieron estas antiguas cabinas telefónicas que nadie usa más en algo con lo que todos podamos relacionarnos, algo que todos podamos admirar y algo que impresione una vez más.
El grupo responsable de esta drástica transformación está compuesto por cinco estudiantes de la Universidad de Arte y Diseño de Kyoto. Su plan es transformar varias cabinas telefónicas en Osaka en acuarios llenos de peces de colores. Es un cambio muy hermoso de aspecto y uso. Además, en Japón, los peces dorados también tienen un significado simbólico y se cree que traen felicidad y prosperidad. {Encontrado en mymodernmet}.
