Una casa en blanco y negro con ángulos inusuales no es tan poco atractiva como uno pensaría. Por el contrario, su forma y tamaño le ayudan a pensar en una casa de otra manera, a ver su utilidad de manera diferente. Por ejemplo, esta villa de 12.000 metros cuadrados de Singapur, construida por Formwerkz Architects en colaboración con el equipo de diseño Alan Tay y W. H. Pung es un modelo para este tipo de casa. Sus tres volúmenes de diferentes tamaños se colocan para aprovechar la hermosa vista, con abundantes árboles y vegetación.
En el patio trasero podemos ver un espacio abierto sin decoraciones ni vegetación, porque los propietarios querían un lugar para sus lujosos autos antes de estacionarlos en su propio garaje. En el patio delantero, una hermosa piscina infinita decorada con árboles jóvenes es el punto de atracción de toda la casa, un lugar donde puede descansar y ver el reflejo negro de toda la casa en el agua. El edificio tiene muchas ventanas grandes, que permiten la entrada de luz natural, y también el hermoso paisaje que da color a las habitaciones en blanco y negro.
Está envuelto en granito negro, supongo que hace un bonito contraste con el interior predominantemente blanco. En el interior, un atrio ubicado en el bloque principal es la pieza vertical que conecta todos los pisos, desde el sótano hasta la terraza de la azotea. De un lugar a otro, podemos destacar la madera, la única pieza de color de toda la casa. Sus hermosas y brillantes paredes y su moderna iluminación son elementos modernos que resaltan las frías escaleras de acero que parecen flotar en la casa (se encuentran en Archdaily y en las fotografías de Jeremy San).
