Cuando vuelas largas distancias, a menudo te quedas dormido en el avión y no es la sensación más cómoda del mundo. Eso ha cambiado drásticamente en el caso de un Boeing 747. El lugar se ha transformado en un albergue. Encontrado en Estocolmo, cerca del aeropuerto, el lugar tiene un tipo de interior completamente diferente al que usted esperaría ver. La mayoría de los asientos han sido removidos para dar a los huéspedes más libertad de movimiento.
En este exclusivo albergue, puede hospedarse en habitaciones para una a tres personas y también hay una cama cuádruple. Aunque es posible que tenga ganas de volar, el avión no va a ninguna parte. Está cementado en su lugar y no hay cambio de que despegue contigo en medio de la noche.
Construido en 1976, el avión llegó a su ubicación actual en 2008 y luego se transformó en un albergue. Ofrece un total de 27 habitaciones y alojamientos, e incluso cuenta con un moderno bar y un restaurante.
Los asistentes son atendidos por asistentes vestidos como la tripulación de la aerolínea para una experiencia auténtica. El bar está situado en la cabina principal. Hay un largo pasillo que conduce a las habitaciones y sus interiores son muy sencillos y luminosos. La decoración interior es un poco estéril debido al minimalismo y la paleta de colores, pero esto le da autenticidad y realmente te hace sentir como en un avión.
