Hoy en día, la gente tiene la tendencia de crear edificios más modernos y ecológicos en la medida de lo posible. Si combinan todas estas ideas con la de reciclar, su trabajo se completará.
También es el caso de este fantástico edificio moderno que RAU Architects lo transformó en un edificio de oficinas para World Wildlife Fund. En realidad, este edificio era un antiguo laboratorio agrícola en la reserva natural de Schoonoord, cerca de Utrecht. Fue construido en 1954 y ahora se convirtió en la sede holandesa de WWF. El edificio antiguo no sufrió una demolición, pero se llevaron a cabo importantes reformas para que se convierta en un edificio autosuficiente en términos de energía y que no emita CO2.
Hay una sola área grande que alberga la entrada, el área de recepción, los espacios de exposición y un centro de llamadas. Todos estos espacios están conectados por una gran escalera de caracol de acero y madera que te lleva arriba.
Un puente sobre un pequeño charco de agua parece asegurar el acceso a la entrada del edificio, algo que te hace pensar en esas impresionantes fortalezas donde puedes entrar casi de la misma manera.
Las paredes exteriores del edificio están hechas de ladrillo, mientras que las paredes interiores están hechas de barro atado con tallos de bambú. Las oficinas están ubicadas en el lado este y oeste del edificio antiguo, cuya forma permaneció intacta, pero su fachada fue completamente renovada con vidrio transparente y opaco. La prensa y el centro de conferencias están situados en el bloque de construcción del norte, que descansa sobre soportes recubiertos con astillas de madera.
Es un edificio con una estructura arquitectónica que impresionaría a cualquier espectador y satisfaría a cualquier persona ecológica también.
