La gente descubrió que muchos objetos pueden usarse para hacer sus hogares más hermosos desde los tiempos más antiguos, cuando usaban pieles de animales y troncos para eso. Pero, con el tiempo, aprendieron a crear sus propios accesorios para el hogar y desarrollaron su sentido de la belleza, que llegó a su punto máximo en algún momento de los siglos XVIII y XIX. Esto fue cuando los ricos atesoraban objetos hermosos y tenían un gran valor. Esta Mini tetera de esmalte KELVIN CHEN con tortuga marina es el ejemplo perfecto de un remanente de tal arte y diseño que resistió hasta nuestro siglo.