Hogar Interiores La cafetería peculiar que solía ser un callejón

La cafetería peculiar que solía ser un callejón

Anonim

Happy Bones solía ser una cafetería emergente hasta hace poco, cuando logró encontrar su ubicación permanente en el barrio de SoHo de Nueva York. Pero esta transformación no es tan impresionante como la que atravesó el sitio.

Originalmente, el área ahora ocupada por la cafetería solía ser un callejón entre dos edificios existentes. La transformación fue el resultado de la colaboración entre UM Project y Ghislaine Viñas Interior Design.

El primero es un fabricante de muebles, UM que significa “Usuarios y fabricantes”. Diseñan y fabrican muebles modernos utilizando técnicas tradicionales que han sido adaptadas para el usuario contemporáneo. Para ellos, cada proyecto es el resultado de una fuerte relación entre el diseño y la fabricación.

Ghislaine Viñas Interior Design es un estudio impulsado por una pasión por el color y un aspecto fuerte, limpio y refrescante. Establecido en 1999, el estudio experimenta y explora muchas áreas de diseño y aplica los resultados a proyectos comerciales y residenciales.

Happy Bones es una cafetería boutique que mide 432 pies cuadrados. Dadas las dimensiones reducidas, los diseñadores tuvieron que encontrar formas de maximizar el espacio utilizable para los clientes sin hacer grandes compromisos.

Los propietarios imaginaron el interior con un diseño diferente a los de cualquier otra cafetería. Tenía que ser atípico y estimular a los clientes en más de una forma. Como resultado, este lugar ofrece excelente café y arte y publicaciones de todo el mundo.

El interior, por pequeño que sea, estaba dividido en tres zonas. La primera es la entrada, decorada con papel tapiz personalizado que revive el encanto de los años 80.

La segunda zona es la zona de asientos y es toda blanca. También incluye un área de visualización de la galería y la publicación. Aquí es donde los clientes pasan la mayor parte del tiempo, disfrutando del café y navegando por revistas o admirando las obras de arte.

La tercera zona está en la parte posterior. Aquí es donde se toman las órdenes. Cuenta con un mostrador personalizado con un diseño geométrico.

La pared de ladrillo encalada conecta las tres zonas y mantiene la cafetería luminosa, espaciosa y acogedora, a la vez que le ofrece mucha personalidad y le permite convertirse en un espacio ecléctico. Este es uno de los varios detalles industriales que caracterizan a la cafetería. Otros aspectos destacados incluyen materiales como malla perforada, acero ennegrecido y madera.

La paleta cromática se basa principalmente en neutros e incluye tonos de blanco, gris y negro con algunos acentos de color azul brillante esparcidos por todo el espacio.

La cafetería peculiar que solía ser un callejón