Este colorido y artístico hotel es un edificio muy singular, con un diseño interior y exterior espectacular. Es un hotel boutique de 57 habitaciones y se llama Redburry Hotel. El nombre tiene un significado significativo para el famoso fotógrafo Matthew Rolston quien explica. El nombre fue inspirado en primer lugar por el color rojo escarlata que el hotel tenía en el exterior. Además, para él el nombre Redburry recuerda al de Ashbury ', como en Haight-Ashbury y es un catalizador para las imágenes de la era hippie y bohemia.
El hotel está lleno de fotografías, una colección ecléctica de mariposas clavadas, pantallas de lámparas de seda plisada y adornos de flecos de "musgo". Tiene un aspecto muy artístico y contrastante y hay muchos colores y texturas diferentes que se utilizan al diseñar el interior del hotel, desde elaborados papeles pintados de Paisley, pieles desgastadas y ropa de cama, terciopelos de algodón de estilo "antiguo" a alfombras vintage turcas y persas.
El Redburry Hotel es un lugar muy teatral y dramático que se asemeja a una casa de campo más que a un hotel. Hay un ambiente muy cálido, cómodo y acogedor que hace que los huéspedes se sientan bienvenidos. Al renovar el hotel, se pidió a los arquitectos que trabajan en el proyecto que traten de trabajar lo más posible con las condiciones existentes o al menos que se adapten a ellas. El resultado fue una restauración única y muy teatral, un hotel sofisticado que instantáneamente seduce a todos.
