Cuando se agregó una nueva estructura al edificio existente en Chengdu, China, para formar un restaurante de fusión asiática, la inspiración vino de las pinturas de paisajes tradicionales. Los arquitectos de Panorama convirtieron este espacio de 500 metros cuadrados en una hermosa obra de arte.
El objetivo principal era proporcionar áreas de comedor interior y semi-al aire libre que pudieran usarse para organizar diversos eventos para el hotel y sus huéspedes. Para reflejar la hermosa naturaleza de la cocina de fusión asiática que se sirve en el restaurante, los arquitectos optaron por un enfoque y diseño abstractos.
El espacio cuenta con una cubierta de acero y vidrio complementada por una estructura de madera que conecta la parte interior y la extensión de nueva construcción. Los paneles permiten que la luz se filtre a través del restaurante, pero evita que el calor envuelva el espacio.
En el interior, el espacio cuenta con asientos de planta abierta con mesas tipo bufé que crean un diseño y apariencia informal y flexible. Las puertas pivotantes de vidrio de altura completa mejoran la conexión interior-exterior, disolviendo los límites.
El techo estaba decorado con accesorios tipo pájaro suspendidos hechos de cerámica blanca para agregar un sabor artístico al restaurante y también para sugerir una conexión con el arte del origami. El relieve de pared LED también se usó para decorar parte de la pared, creando así un punto focal secundario e introduciendo varios colores en la decoración.
